En Colombia, la Navidad siempre empieza en la cocina: el sonido del aceite caliente, las manos en la masa, el aroma dulce que anuncia que algo delicioso está por salir. El buñuelo, con su forma redonda perfecta, ha sido por generaciones el símbolo que une familias: se amasa con cariño, se fríe con paciencia y se comparte con quienes amamos.
 
Esa misma forma —una esfera cálida, amable y familiar— inspiró la creación de este Muñeco de Nieve, resignificando un ícono extranjero desde nuestra esencia colombiana.
 
Aunque en nuestro país no caen copos de nieve, sí tenemos una figura que lleva implícita la misma intención: reunir, sonreír, conectar. Por eso, transformamos la silueta clásica del muñeco de invierno en una pieza artesanal tejida con cuerda de algodón peruano, aportándole textura, identidad y carácter latino. El sombrero rojo, los ojos circulares y la nariz dorada evocan el espíritu festivo, mientras los detalles tejidos mantienen la estética limpia y sofisticada de Artelie.
 
Este muñeco de nieve funciona perfecto como centro de mesa cálido, como cesta para buñuelos, galletas, dulces navideños o incluso como una pieza decorativa sobre consolas, repisas o mesas auxiliares. Su presencia aporta ternura y luz a cualquier espacio, convirtiéndose en un punto focal que invita a conversar, recordar y celebrar. También es una pieza ideal para recibir invitados: basta con llenarlo de golosinas típicas y colocarlo en la entrada del hogar para que la Navidad empiece desde el primer segundo.